miércoles, 14 de diciembre de 2016

Heridas

Es toda pérdida de continuidad en la piel, secundaria a un traumatismo. Como consecuencia de la agresión de este tejido existe riesgo de infección y posibilidad de lesiones en órganos o tejidos adyacentes: músculos, nervios, vasos sanguíneos, etc.
Las heridas pueden ser graves en función de una o varias de estas características:

  • Profundidad. 
  • Extensión. 
  • Localización. 
  • Suciedad evidente, cuerpos extraños o signos de infección. 


» Primeros auxilios en caso de heridas leves:

  • Cohibir la hemorragia (en su caso). 
  • Desinfección del material de curas. 
  • Desinfección de las manos del socorrista. 
  • Limpieza de la herida con agua oxigenada o con agua y jabón, del centro a la periferia. Si la herida es profunda, utilizar suero fisiológico para su limpieza. 
  • Si la separación de bordes es importante, la herida necesitará sutura por un facultativo. Si no es así, pincelar con un antiséptico y dejar al aire. Si sangra, colocar un vendaje compresivo (gasas sujetas con venda no muy apretada). 
  • Recomendar la vacunación contra el tétanos.
  • NO UTILIZAR directamente sobre la herida: alcohol, algodón, yodo, polvos o pomadas con antibióticos. 


» Primeros auxilios en caso de heridas graves:

  • Efectuar la evaluación inicial de la víctima. 
  • Controlar la hemorragia y prevenir la aparición del shock. 
  • Cubrir la herida con un apósito estéril y procurar el traslado en la posición adecuada, controlando las constantes vitales. 
  • NO extraer cuerpos extraños enclavados. Fijarlos para evitar que se muevan durante el traslado y causen nuevos daños en su interior.  

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