Por otro lado, lesiones igualmente de riesgo, como caídas, quemaduras y envenenamientos suceden frecuentemente en el hogar y se pueden evitar. De hecho, nueve de cada diez lesiones se puede evitar.Por lo tanto, la prevención es lo más importante en la seguridad infantil.
Es posible evitar que los niños y niñas se hagan daño. Enseñe a sus hijos a tener cuidado. Dé el ejemplo.
Explíqueles:
Lo que es peligroso, lo que no es y el porqué
Lo qué pueden hacer y lo que no pueden, y el porqué
Repita las explicaciones varias veces.
Recuérdeles los consejos cuando se olviden.
Enseñe a los niños y niñas qué hacer en caso de incendio.
Muéstreles cómo salir de la casa en caso de urgencia. Practique un ejercicio de escape con ellos.
Si se les prende fuego en las ropas, enséñeles que deben dejar de correr, deben echarse al suelo y rodar.
Présteles atención.
Esté atento a lo que hacen, siga su desarrollo y observe lo que les gusta hacer.
Nunca deje solo a un niño o niña pequeño(a) –ni siquiera por un segundo– salvo en su cuna o en su corral. Cuando le cambie los pañales, le vista o le bañe, mantenga una mano fija todo el tiempo sobre el cuerpo del bebé.
Controle con su dedo la temperatura del agua.
Controle la temperatura de la leche en la mamadera dejando caer unas gotas sobre su mano.
No tome a los niños o niñas en brazos cuando usted beba líquidos calientes.
Es necesario vigilar continuamente a los niños y niñas. Nunca los deje solos(as), sin alguien que los cuide.
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